La mayoría de las personas disfruta de las historias humorísticas y escucha a los comediantes en la tele, en la red o en vivo. Por supuesto, a todo el mundo le cae bien el amigo o amiga que tiene esa habilidad natural de hacer reír a la gente con sus bromas y sus chistes. Y la mayoría de gente disfruta cuando escucha a los ponentes en workshops, seminarios y presentaciones en público.
Sin embargo, muchos oradores novatos tienen miedo de usar el humor en sus presentaciones "no soy un comediante" dicen algunos. "Mis chistes son malisismos" , otros tienen miedo de fracasar en sus intentos por mostrar su sentido del humor y sentirse avergonzados, humillados y solos frente a la audiencia.
El humor tiene muchos beneficios para cualquier orador y por eso os voy a mostrar los 4 principales.
El humor es ideal cuando queremos romper el hielo. El humor muestra que en efecto eres humano y que no te tomas demasiado en serio la ocasión ni a ti mismo, especialmente si estás en una posición de autoridad frente al público.
Ocasionalmente se requiere que los oradores se dirijan a un público que de antemano sabemos será poco receptivo al mensaje.
Tal vez el tema es controvertido o quizás el público viene obligado a escucharte, o se trata de dar malas noticias.
En esta situaciones, el uso del humor por parte del orador puede restarle importancia al evento y ayudar a calmar la hostilidad.
Las personas que prestan más atención a un orador son aquellas que hacen uso del humor. El humor evita que la presentación se vuelva aburrida.
La gente por regla general recuerda a las personas chistosas y divertidas y elimina de su memoria a las neutras o negativas. El humor esta directamente ligado con el recuerdo en la memoria y por eso es tan usado por ejemplo en publicidad.
En tu próxima presentación en público. Al inicio de tu presentación introduce una historia humorística. Atraerá la atención de los oyentes, los relajara, guiándolos delicadamente hacia tu discurso.
Una historia humorística de introducción debe estar alineada con el tema de tu discurso y ser fácilmente identificable como humorística y apropiada para ese público.
Recuerda que la mayoría de historias se componen de 5 partes: La preparación, la pausa, la frase clave, la palabra clave y otra pausa. narra la historia con confianza y asegurate de que tu lenguaje corporal no descubre la historia.