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La Hora del Marketing 3.0: Gracias, Público

La Hora del Marketing 3.0: Gracias, Público

El 1.0 nos abrió el camino. Llegó la Revolución Industrial, y con ella el desarrollo de productos. Muchísimos productos. Nos lo mostró Chaplin, la rueda parecía imparable: la gente también trabajaba para, justamente, desarrollar estos productos, y así nació la capacidad adquisitiva y los compradores con necesidades físicas.

Los marketeros se frotaban las manos al contemplar a esa gran masa de clientes potenciales con ansia compradora. Lo tenían bastante fácil, no nos vamos a engañar. Ellos se fijaban en su producto, o como mucho también en el de la competencia, y lanzaban un mensaje a la masa: “¡Comprad!” Como la sociedad se estaba viniendo arriba en el tema del consumismo, no necesitaban ni un motivo, ni un por qué. A veces ni una necesidad real. No había propuestas de valor más allá de las funcionales. Tampoco había mucho más allá en la mente del consumidor: “¡Compro!”

El 2.0 nos acercó al público, o más bien al consumidor. Era la época de la Revolución Tecnológica. De repente se empezaron a dibujar los rostros que formaban esa masa informe de consumidores ávidos. Es más… ¡tenían voz! E incluso más… ¡hasta tenían criterio! Había vida ahí fuera, y era vida inteligente. El marketing tenía que darse cuenta de que los consumidores tenían, más allá de sus necesidades, un corazón y una mente pensante. Además, cada vez había más competencia, lo que obligaba a centrarse en diferenciarse, en establecer un posicionamiento corporativo, más allá del de producto, y en satisfacer al cliente y en retenerlo, sea como sea. Así también nació la figura del comercial: al fin había una persona que hablaba de tú a tú al consumidor.

marketing 3.0

Pero ojo: los consumidores comenzaban a hablar entre ellos, compartían información, cada vez más, de una forma imparable. Todo empezó con el ya mítico “Sharing is caring” del genial Isaac Mao y estalló con la tecnología New Age. Ahí estamos todos hoy en día: en un lugar donde la información salta a velocidades inimaginables, donde todos estamos conectados y donde la gente, permanentemente, habla, comparte, critica y decide, en muchos casos, en función de lo cerca —emocionalmente hablando— que estamos de ellos.

Atención, marketeros: ha llegado la era del marketing 3.0. El marketing humanizado. El que va más de información que de ventas. El que sacará lo mejor de vosotros. Porque si algo hace es bajarnos al mundo terrenal y mezclarnos con nuestros clientes. Con Internet de por medio, ya estamos en sus vidas.

De todo esto sabe mucho nuestro gran amigo, el inbound marketing. Porque tiene —y, sobre todo, cree en— todo aquello que forma la esencia del marketing 3.0. Y lo hace tanto en lo que se refiere al fondo o el “qué” —contenidos de calidad que generan visitas y tráfico de calidad para nuestra web— como a las formas o el “cómo” —no es intrusivo, nos interesan las personas más allá de la venta, etc. ¿Qué es más marketing 3.0 que una estrategia que puede definir a su target tanto desde el punto de vista psicológico como el de sus costumbres, las necesidades… incluso sus problemas (o en inglés, que es más bonito: sus pain points)? Pues esto es lo que hacemos cuando definimos a las buyer personas, al inicio de todo proyecto inbound. Fíjate en el detalle: personas.

Y todo el contenido y todas nuestras acciones, absolutamente todas, están centradas en ellas. En contestar sus dudas. En satisfacer sus necesidades. En calmar su necesidad de información. Y así podemos llegar a conocerlas muy bien. Y no sólo eso: podemos, y queremos, educarlos, mimarlos.

¿Qué tiene el marketing 3.0 que no tenían sus hermanos pequeños 1.0 y 2.0?

  • Lo dicho: ya no se centra en el producto ni en el consumidor, sino en la persona. Con el paso del 1.0 al 2.0 pasamos del marketing product-centric al consumer-centric. Con el 3.0 nos dimos cuenta de que había más allá, y nos volvimos “human-centric”.
  • El objetivo es hacer la experiencia del usuario mejor, sea en el formato que sea.
  • El foco, y el concepto clave de toda estrategia de marketing, son los valores: las propuestas de valor ya no son sólo funcionales, ni siquiera funcionales + emocionales; son también espirituales.
  • El marketero y la persona se sitúan en el mismo nivel. Casi como compañeros, la estrategia se basa en la recomendación, el acompañamiento, en la colaboración. No lo olvidemos: somos el árbol que les cobija en este espeso bosque llamado Internet.

No sabemos qué nos deparará el marketing 4.0, o el marketing 3.0 reloaded. Lo que sí sabemos es que en esta nueva era les hemos ganado la batalla a los que se miran al ombligo, billete en mano. Es vuestra hora, público. Todo esto existe gracias a vosotros. Sin vosotros no tiene sentido. Nosotros no tenemos sentido.



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