Si te paras a pensar y reflexionas un poco, quizás puedas encontrar indicios de que no eres tan popular con tu equipo como piensas.
¿Creo que esto te va a sonar?
Además de todos tus logros, estás seguro de que tú eres un gran jefe. Después de todo, tu capacidad de liderazgo ha ayudado a lograr el éxito. Pero recuerda que algunas de las principales compañías del mundo tienen éxito a pesar de la falta de liderazgo, en estas compañías el éxito es el resultado de grandes productos o conceptos y no gracias a que los miembros del equipo estén super motivados.
Según el CEO Michelle McQuaid, los malos jefes cuestan a las empresas 360 mil millones de Euros en productividad perdida cada año. El estrés causado por los jefes “complicados” puede afectar negativamente a la salud y la moral general del equipo que, finalmente los conduce a él o a ella de patitas a la calle. La pérdida de un empleado cuesta unas decenas miles de euros, es decir que tu negocio sufrirá financieramente si no se pueden mantener las pérdidas de los empleados en un mínimo decente ( mínimo no es igual a que te quedas tú sólo)
1.-Tienes una alta rotación
¿Tu personal tiene una puerta giratoria, sientes como los empleados te dejan casi tan pronto como los fichas? Si es así, es muy probable que la culpa sea tuya. Ya sea que tú no te estas tomando el tiempo suficiente para contratar a la persona adecuada para el trabajo o tu estilo de gestión está enviando hacia la puerta a tu equipo. Cualquiera que sea la causa de tu bajo ratio de retención de trabajadores, es un torpedo directo a tu línea de flotación, además estás dinamitando la moral.
Echa un vistazo en profundidad a tu personal y determina qué empleados han estado contigo durante más tiempo (reflexiona) . Cuando tus empleados renuncien, ¿Es con dolor o con una salida dramática? Una vez que un empleado se va, también es importante tomar nota de cualquier interacción post-empleo. Si te encuentras con un antiguo empleado en un evento de tu sector o en un entorno privado, ¿Está esa persona feliz de verte, o ves que se siente obligado? Un buen jefe generalmente escucha a sus ex empleados. Sus ex trabajadores pueden pedirle recomendaciones o consultar negocios.
Incluso si tienes empleados que se han pasado mucho tiempo contigo, puede ser que no sea debido a tus habilidades de supervisión. Algunas personas se quedarán en un trabajo durante años aún siendo infelices, generalmente debido a la lealtad, al miedo a lo desconocido, o a la renuncia a cambiar. Por esa razón, generalmente se puede decir bastante acerca de la moral tu equipo, especialmente aquellos que han estado contigo mucho tiempo. Este puede ser un signo inequívoco de que no caes bien a tus compañeros.
2. Escuchar quejas
Las quejas siempre parecen encontrar el camino a tus subordinados. En una oficina, los chismes son a menudo relacionados con el jefe. Si tienes una persona de recursos humanos o gerente de oficina, ésta persona puede ser una herramienta muy valiosa para determinar la forma en la que tu personal te percibe. Las quejas suelen ser realizadas directamente a HR, incluso si son acerca de tu estilo de gestión. La clave es eliminar esas quejas que son un síntoma de que la gente se resiste a la autoridad, para encontrar verdaderos problemas con tu propio estilo de gestión.
A día de hoy en las oficinas medio abiertas, es difícil mantener los chismes en secreto por mucho tiempo. Con el tiempo suele ser normal escuchar fragmentos de conversaciónpor casualidad o ver que los trabajadores que se reunieron para hablar, de vez en cuando miran hacia tu oficina. Si bien es importante no caer víctima de la paranoia, también es importante tener en cuenta el estado de ánimo general en la oficina. Si las cosas parecen especialmente tensas después de las reuniones de equipo o cuando las nuevas responsabilidades se asignan, podría ser una buena idea encontrar formas de impulsar la moral de tu equipo. Otro signo de que no caes bien a tus compañeros.
3. Tus empleados te evitan.
Tú dices que tienes una política de puertas abiertas, pero ¿Cuántos empleados vienen a tu despacho? Si notas que los empleados están tomando caminos a tu alrededor, es posible que tengas un problema. Algunos jefes piensan que los verdaderos líderes deben infundir miedo en sus empleados, pero este tipo de ambientes de trabajo es considerado como un "asesino de la cultura." Si bien es probable que no los invites a tu casa el fin de semana, tus empleados deben verte como accesible.
Otro signo revelador de los problemas es el comportamiento del trabajador durante las reuniones de personal y de las interacciones uno-a-uno. El lenguaje corporal es un indicador clave, especialmente la falta de contacto con los ojos. Si los trabajadores tienden a desviar la mirada cuando hablas con ellos, o si notas intercambios de miradas entre otros empleados mientras que tú estás hablando, puedes apostar que estás creando una imagen negativa. Como líder, tu también puedes enviar señales equivocadas a través de tu lenguaje corporal. Trabajar para dejar que tus empleados sepan que eres accesible a través de la forma y fondo en que respondes a sus ideas e inquietudes, ya sea en grupo o individualmente.
4. No tienes ni idea de cómo tus trabajadores se sienten
Tal como estas leyendo esta frase, puedes estar pensando que tiene poco sentido pensar cómo se sienten tus trabajadores. Eso, en sí mismo, es una mala señal. Una queja frecuente de los empleados es que tu liderazgo está fuera de lo que está pasando dentro de la organización. Los miembros del equipo tienen menos implicación cuando sienten que la gestión no tiene idea de lo que pasa en toda la empresa en el día a día. Además, los trabajadores sufren de baja moral cuando se sienten poco apreciados y pasan desapercibidos.
Las evaluaciones de desempeño y descripciones de trabajo son la manera perfecta para garantizar una comunicación regular con cada miembro de tu equipo. Cuando las expectativas se resumen, brindan información sobre cómo un trabajador se encarga de esas expectativas, todos los trabajadores son conscientes de que la dirección está observando estos puntos. Eso hace que se sientan más responsables de sus acciones diarias y más propensos a querer hacer un buen trabajo para provocar una impresión favorable.
Como parte de su procedimiento de salida, se les debe pedir a los empleados despedidos sentarse con un gerente de recursos humanos y analizar los problemas que le llevaron a la salida. Si tu negocio es demasiado pequeño para una persona de recursos humanos, considera la posibilidad de una entrevista con un consultor y proporcionarte recomendaciones basadas en lo que se dice.
5. Estás trabajando demasiado
La Sabiduría milenaria establece que si un gerente está haciendo correctamente su trabajo, él no está trabajando duro; él está trabajando inteligente. De hecho, muchos gerentes trabajan más duro que la mayoría de sus miembros del equipo. Pero las largas horas que tú estás poniendo todos los días deben estar relacionadas con el crecimiento de tu negocio, no con la gestión de las operaciones diarias. Si tú estás haciendo el trabajo de otras personas, ya que es más fácil que supervisarlo constantemente, puede ser el momento de mirar tu estilo de gestión.
Un buen gestor de trabajo delega y los miembros del equipo confían en que se hace correctamente. Esto significa que a veces puede que tengas que aceptar el hecho de que tus empleados no necesariamente hacen las cosas exactamente como tú las harías, pero el resultado final es el mismo.
Conclusión:
Tu meta como gerente no es ser el mejor amigo de cada uno de los miembros de tu equipo, aunque por otro lado, no debes ser temido y odiado. Si sigues estos consejos tus trabajadores van a querer hacer un buen trabajo para ayudarte a tener éxito. Mantener la moral alta no sólo mejorará la productividad, sino que también mantiene los costes de la rotación de empleados baja y ayuda a que tu negocio siga creciendo y prosperando.
Publicado originalmente en 28-ago-2014 14:46:00 , actualizado 01 octubre 2024