Es posible que, aún pese a las innumerables bondades que te contamos sobre él en nuestro blog, te estés preguntando si realmente funciona una acción de Street Marketing. Bien, sabemos que eres ya un converso de la religión que nos une a todos, el inbound marketing. Vamos a tomar una de sus bases como ejemplo, el embudo de conversión, para que veas cómo funciona una acción de Street Marketing en cada uno de los estadios. ¿Preparado?
Como sabes, el embudo de ventas, en términos de inbound marketing, identifica cada uno de los pasos que da el usuario o buyer persona para cumplir tu objetivo de marketing. Esto es, los usuarios pasan de completos extraños a visitantes, de ahí a leads, de ahí a clientes y de ahí, finalmente, a tu gran objetivo final: prescriptores. Para cada una de las fases, el inbound marketing establece diferentes “ofertas” según el estadio en el que se encuentra el usuario: top of the funnel (TOFU) para los extraños y visitantes, middle of the funnel (MOFU) para los leads o clientes potenciales y bottom of the funnel (BOFU) los que están ya convencidos, nuestros clientes. Aquellos que, si tratamos adecuadamente, se convertirán en recomendadores o prescriptores y nos traerán más clientes potenciales.
¿Funciona una acción de Street Marketing en cada uno de los estadios? Tenemos una buena noticia para ti: una acción de Street Marketing, pensada adecuadamente para satisfacer cada uno de los estadios, ¡funciona a la perfección!
Veámoslo, en concreto, para cada uno de los pasos:
Imaginemos a alguien que no conoce tu marca, no ha oído hablar nunca de ella. El concepto que tiene de tu empresa no es bueno ni malo, sino inexistente. Un día cualquiera en la vida cotidiana de este “extraño” para nuestra marca. Pensemos que es una persona que sale de su casa para ir a trabajar. O tal vez alguien en su hora del almuerzo. O un turista curioso que recorre las calles de tu ciudad. Y se tropieza con tu acción de Street Marketing. Voilà.
Veamos el caso de esta acción de Street Marketing de The International Beat para Sephora. Se trataba de buscar al turista más cool de Barcelona. Un equipo de Cool Hunters de la marca capturó durante unos días a esos viajeros, ofreciendo descuentos, maquillajes express gratuitos y fotografiándolos para que se llevaran la imagen como souvenir. ¿Qué te parece como presentación de marca? Si aún no estás convencido, echa un vistazo a los resultados de ROI.
En esta ocasión, el usuario ya ha entrado en contacto con nuestra empresa, y lo que queremos con nuestra acción de Street Marketing es que siga deslizando hacia abajo en el embudo de ventas y conseguir la conversión final. ¿Funciona acción de Street Marketing en este caso? Creo que ya conoces la respuesta.
¿Cuál crees que sería la respuesta de un cliente potencial si, en el punto de venta, mostramos campañas promocionales, mejoramos la imagen o generamos una buena experiencia para él cuando entre en la tienda? Positiva, seguro. Si no, mira estos consejos para maximizar las conversiones en el punto de venta y convéncete.
Y bien, parece que ya hemos conseguido nuestro objetivo: el prospecto o lead ya es cliente. ¿Se acaba aquí nuestra labor? ¿Ya no cabe más Street Marketing? Nada de eso. Estamos en una fase muy valiosa del embudo de ventas: la experiencia de compra.
Y todo lo que es experiencia puede ser Street Marketing. Un ejemplo: embajadores de marca para generar tráfico al punto de venta. Un ejemplo de diferenciación respecto a la competencia. Una diferenciación que, valga la redundancia, puede diferenciar también entre simples clientes (satisfechos o no) y la conversión en prescriptores.
Ahora hazte una pregunta: ¿Haces que el usuario o cliente recuerde la experiencia?
Tu respuesta, una vez más, está en el Street Marketing.